¿Te exiges demasiado como madre? ¿Te abruma pensar que es inevitable cometer errores en la crianza? Es entendible, ya que deseamos que nuestros hijos crezcan de la manera más sana posible. Sin embargo, exigirnos perfección es injusto para nosotras, e irrealista. Sobre esto, el destacado psicoanalista británico Donald Winnicott revolucionó la forma en que se piensa sobre la crianza de los hijos. Él acuñó el término "madre suficientemente buena" para describir a una madre que no es perfecta, pero que es capaz de proporcionar las necesidades emocionales básicas para el desarrollo saludable de su hijo.
Según Winnicott, la relación entre una madre y su hijo es crucial para el desarrollo emocional y psicológico del niño. Él argumentaba que una madre que es capaz de satisfacer las necesidades emocionales de su hijo, como la seguridad, la comodidad y el amor, crea un ambiente seguro y estable en el que el niño puede crecer y desarrollarse. Sin embargo, Winnicott también entendía que ninguna madre puede ser perfecta todo el tiempo, y que los errores y las imperfecciones son inevitables.
La idea de la "madre suficientemente buena" se basa en la premisa de que las madres no tienen que ser perfectas para criar hijos saludables y felices. En lugar de tratar de ser perfectas en todo momento, las madres deben centrarse en proporcionar una presencia constante y amorosa para sus hijos. Esto implica estar presente en la vida del niño, escucharlo, responder a sus necesidades y ofrecer apoyo emocional.
Además, Winnicott argumentaba que las madres también deben permitir que sus hijos experimenten frustraciones y desafíos en la vida, ya que esto ayuda a los niños a desarrollar habilidades de afrontamiento y resiliencia. Si una madre siempre protege a su hijo de las dificultades, el niño nunca aprenderá a enfrentar y superar los desafíos por sí solo.
La idea de la "madre suficientemente buena" se ha convertido en una herramienta útil para los padres de todo el mundo, ya que los libera del mandato, auto-impuesto y exigido por la sociedad, de proporcionar una crianza perfecta y en la que se proteja a los hijos de cualquier frustración posible. La "madre suficientemente buena" les recuerda que es normal cometer errores y que no tenemos que ser perfectos para criar hijos saludables y felices.
¿Te cuesta aceptar tus limitantes como madre? ¿Batallas para encontrar el punto medio entre permitir frustraciones y satisfacer necesidades en tus hijos? Te invito a que nos contactes, de manera que podamos ayudarte por medio de psicoterapia y orientación en la crianza de tus hijos.
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