
A lo largo de nuestra vida, enfrentamos experiencias que nos desafían y nos marcan. En muchos casos, contamos con los recursos necesarios para afrontarlas, logramos identificarlas, movilizar nuestras herramientas internas y encontrar soluciones. Sin embargo, hay momentos en los que sentimos que algo nos sobrepasa, que no logramos lidiar con determinadas circunstancias o que, simplemente, nuestras estrategias habituales dejan de funcionar.
Buscar apoyo en un proceso de psicoterapia puede ser una decisión valiosa en distintos momentos de la vida. No es necesario esperar a tocar fondo o atravesar una crisis grave para acudir a terapia. Si te preguntas si es el momento adecuado, aquí algunas señales que podrían indicarlo:
Si te sientes abrumado, desmotivado, con tristeza o ansiedad.
Si estás pasando por un momento complicado o has vivido un suceso importante.
Si lo que antes te ayudaba a sentirte mejor ya no está funcionando.
Si la idea de ir a terapia te ronda la cabeza, aunque no sepas bien por qué.
Si todo está bien, pero simplemente quieres conocerte mejor o cuidar tu bienestar emocional.
Si has notado dolores o malestares físicos que podrían estar relacionados con tu salud mental.
Decidir iniciar un proceso terapéutico implica abrir un espacio para comprenderte mejor, reconocer tus recursos y desafíos, y encontrar nuevas maneras de abordar lo que estás viviendo. La terapia no solo es un recurso para superar dificultades, sino también una herramienta para fortalecer tu bienestar y autoconocimiento.
Comments