Comenzar un proceso psicoterapéutico es adentrarse en un camino de autodescubrimiento. Es un espacio donde podemos experimentar momentos de alegría, claridad y seguridad, pero también es posible encontrar enojo, tristeza o angustia. Conocernos más a fondo implica conectar con nuestras emociones, incluso aquellas que pueden resultar incómodas o dolorosas. Sin embargo, este proceso nos permite desarrollar una mejor comprensión de nosotros mismos y de nuestras experiencias.
La angustia forma parte de la vida y no puede eliminarse por completo, ya que cumple un papel fundamental en nuestra existencia. Sin embargo, a través de la terapia, podemos comprender su significado y origen, lo que permite disminuir su impacto y transformarla en algo manejable.
Un proceso terapéutico no solo nos brinda mayor conocimiento sobre nosotros mismos, sino que también nos ayuda a reparar lo que se ha dañado y a resignificar aquellas experiencias que nos generan sufrimiento. No es un camino lineal ni de resultados inmediatos, pero con el tiempo, puede ofrecernos herramientas valiosas para vivir con mayor bienestar y autenticidad. La terapia es un espacio seguro donde podemos expresar nuestras emociones, reflexionar sobre nuestras relaciones y descubrir nuevas formas de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos.
Comments