Todo niño percibe a sus padres de forma idealizada, como seres que son capaces de todo, seres que todo lo saben y todo lo pueden. Y por tanto, no existe un cuestionamiento hacia los mismos, sino que dicha convicción en ellos le brinda al niño una sensación de seguridad, protección y confianza, lo que a su vez crea una relación de obediencia.
Sin embargo, al crecer, el adolescente va ampliando su conocimiento sobre el mundo, y va creando poco a poco una perspectiva propia sobre el mismo. Lo cual hace cada vez más insostenible la idea infantil sobre los padres e inevitablemente esta va evolucionando y modificándose. El adolescente se da cuenta de que sus padres no son perfectos y dejan de estar idealizados. Esto crea en el adolescente una sensación de angustia, temor y confusión.
Es entonces que para el adolescente es necesario sostenerse en un Otro diferente, así como volver a identificarse con otros. Aquí es donde el grupo social tiene un rol de vital importancia ya que será ese sostén para que se pueda tramitar la separación del adolescente de sus padres y su transición hacia la independencia y la autonomía.
Esta transición en el adolescente es un proceso que tanto los adolescentes como los padres podrían vivir de manera compleja y dolorosa. En cuanto a los jóvenes, frecuentemente se observa enojo, angustia y devaluación de los padres como un reflejo y como una defensa ante la separación de los padres y de lo conflictivo que puede llegar a ser este proceso para ellos internamente. En cuanto a los padres, por un lado, sufren un duelo por la pérdida de su rol y buscan empatizar con el deseo de independencia del ahora adolescente, y por otro lado, aún tienen que fungir como padres acompañando al adolescente afectivamente y estableciendo límites cuando es necesario.
Para ambas partes es de vital importancia poder elaborar los duelos propios de esta transición. Aunque no es una tarea fácil para los padres ante el deseo de los hijos, es de vital importancia mantener el vínculo, brindar contención, así como la libertad y los límites necesarios para ayudar al adolescente en la formación de su propia identidad.
Comments