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La adicción a los videojuegos en niños: Una perspectiva psicológica y neurológica

Foto del escritor: Fernanda AcostaFernanda Acosta


En los últimos años, los videojuegos se han convertido en una forma popular de entretenimiento para niños y adolescentes. Aunque jugar videojuegos de manera ocasional y moderada puede tener beneficios, como el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales, existe una preocupación creciente acerca de la adicción a los videojuegos en niños. Esta adicción puede tener un impacto significativo en la salud mental y el bienestar general de los niños, por lo que es importante examinarla desde una perspectiva psicológica y neurológica.


La adicción a los videojuegos se caracteriza por un patrón de comportamiento desadaptativo en el cual el individuo se siente irresistiblemente atraído y dependiente de los videojuegos. La Asociación Americana de Psiquiatría incluyó la adicción a los videojuegos en la sección de trastornos por uso de sustancias y trastornos adictivos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), reconociendo su gravedad y su impacto en la salud mental.


Existen diversos factores psicológicos implicados en la adicción a los videojuegos en niños. En primer lugar, la gratificación instantánea que proporcionan: los videojuegos ofrecen recompensas inmediatas y gratificación constante, lo que puede generar una sensación de placer y bienestar que incita a los niños a seguir jugando. De igual manera, sirven como una manera de escapar de la realidad: para algunos niños, los videojuegos pueden convertirse en una forma de evadir problemas o dificultades en su vida cotidiana, proporcionando una vía de escape temporal y un refugio emocional. Aunado a esto, son una manera de socializar por medios virtuales, ya que muchos videojuegos permiten la interacción con otros jugadores en línea, lo que puede ser especialmente atractivo para niños que tienen dificultades para establecer relaciones sociales en el mundo real, y esta interacción virtual puede generar un sentido de pertenencia y amistad.


Además, es importante tomar en cuenta el efecto que los videojuegos tienen a nivel cerebral, ya que las adicciones producen efectos psicológicos y fisiológicos que hacen más difícil controlarlas. A nivel de neurotransmisores, encontramos que los videojuegos activan el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina, un neurotransmisor asociado con la sensación de placer y recompensa. La liberación repetida de dopamina puede llevar a la búsqueda compulsiva de esta sensación a través del juego. Por otro lado, videojuegos pueden tener efectos en la plasticidad cerebral, especialmente en áreas relacionadas con la atención, la memoria y el autocontrol. El abuso crónico de los videojuegos puede llevar a cambios en la estructura y función cerebral en los niños. Si la función cerebral se ve afectada, y la sensación de recompensa que proporcionan los videojuegos no se encuentra en ninguna otra actividad, nos encontraremos con niños que tienen dificultad y poco interés en interactuar con el mundo que los rodea.


El problema con esta adicción radica en el efecto que puede tener en el desarrollo de los niños. En un principio, la adicción a los videojuegos puede interferir con el rendimiento académico de los niños, ya que dedican menos tiempo a las tareas escolares y estudios. De igual manera, pasar largas horas jugando videojuegos puede provocar un aislamiento social significativo, ya que los niños pueden descuidar las interacciones sociales cara a cara en favor de las interacciones virtuales. Asimismo, la adicción a los videojuegos puede aumentar la ansiedad, la depresión y la irritabilidad en los niños, especialmente cuando se enfrentan a restricciones o limitaciones en el tiempo de juego. Es importante detectar las áreas más afectadas en el niño que está viviendo este problema, de manera que podamos actuar de manera oportuna.


La adicción a los videojuegos en niños es un fenómeno preocupante que requiere atención tanto desde una perspectiva psicológica como neurológica. Comprender los factores psicológicos y neurobiológicos involucrados en esta adicción nos ayuda a desarrollar estrategias de prevención y tratamiento efectivas. Es esencial fomentar un equilibrio saludable entre el tiempo de juego y otras actividades importantes en la vida de los niños, y promover un entorno que fomente el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y cognitivas. ¿Temes que tu hijo se esté viendo afectado por su manera de interactuar con los videojuegos? Contáctanos, podemos ayudarte.

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