La teoría psicoanalítica sostiene que todas las conductas disfuncionales tienen un trasfondo emocional, y que el comportamiento humano es en gran parte impulsado por fuerzas inconscientes y traumas emocionales no resueltos. En este sentido, los niños con mala conducta pueden estar experimentando una forma de sufrimiento emocional que se manifiesta a través de su comportamiento.
Uno de los principales conceptos de la teoría psicoanalítica es que las situaciones que no se procesan mentalmente pueden manifestarse a través de la conducta. Esto se debe a que cuando un conflicto queda sin resolver, se queda atrapada en el inconsciente y puede crear tensión y estrés en el cuerpo y en la mente. Esta tensión emocional puede llevar a comportamientos disfuncionales como la agresión, la evasión, la apatía, entre otros.
Por ejemplo, el niño que se porta mal en la escuela puede estar lidiando con sentimientos de abandono, inseguridad, o falta de atención en el hogar. En lugar de expresar estos sentimientos abiertamente, el niño puede actuar de manera agresiva o rebelde para expresar su necesidad de cariño o para controlar su entorno. Del mismo modo, el niño que no tiene buenas calificaciones puede estar lidiando con una falta de confianza en sí mismo o con una presión excesiva por parte de los padres o de la sociedad. La falta de éxito académico puede ser una forma de expresar su frustración y su falta de control.
El niño que se orina en la cama hasta los 8 años puede estar experimentando un miedo o una ansiedad no resuelta que se manifiesta en forma de enuresis. Esto puede ser causado por una variedad de factores, como la tensión emocional en el hogar, un trauma pasado, o una falta de control sobre su entorno. En lugar de expresar este miedo de manera verbal, el niño puede estar utilizando su cuerpo como una forma de comunicar su angustia.
Es importante tener en cuenta que estos comportamientos no son simplemente una forma de "portarse mal". Detrás de cada uno de estos comportamientos hay un sufrimiento emocional que necesita ser abordado y procesado. La terapia psicoanalítica puede ser una herramienta efectiva para ayudar a los niños a explorar sus sentimientos y a encontrar formas saludables de expresarlos. Al abordar las raíces emocionales de estos comportamientos disfuncionales, es posible ayudar a los niños a superar sus problemas y a encontrar una mayor estabilidad emocional y psicológica. De igual manera, es de utilidad para que los padres entiendan e interpreten correctamente la conducta de sus hijos, de forma que les sea más sencillo ayudarlos.
Todos los niños quieren ser felices, pero a veces sus problemas internos derivan en conductas disruptivas para el entorno. No obstante, ningún niño disfruta portarse mal.
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